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Sofía es una bailarina vanguardista de 62 años y directora artística de La Grana, la compañía de danza-teatro líder en España. Cuando se entera de que recibirá el Premio Nacional de Danza, pospone el espectáculo que está a punto de estrenar.

 

La “Pina Bausch catalana” se encuentra sumergida en una crisis existencial; es una mujer que ha vivido en movimiento, pero ahora está física y creativamente varada. Le duele no ser capaz de dar la profundidad habitual a su danza y se ha negado a subirse al escenario en sus dos últimos espectáculos. La superficialidad le aburre, es una persona intensa que exige un sentido para cada cosa. Es intuitiva y valiente, pero no acepta la vejez del cuerpo y está desconectada de su esencia.

 

Cuando descubre a una joven de belleza exótica (Júlia, 26) llena de vitalidad, bailando en el parque con total libertad, su intuición le dice que es la pieza que volverá a poner en marcha su creatividad. Cautivada por su espíritu salvaje, Sofía le integra en su compañía.

 

Decidida a crear una coreografía auténtica y llena de emociones, Sofía lo sacude todo mientras experimenta una profunda transformación.